La cebolla es una de las hortalizas más valiosas para la industria agrícola mexicana, por lo que es útil aprender las mejores prácticas para sembrarla y manejarla en los campos, así como saber de qué forma puedes responder mejor a las necesidades tanto de tus tierras agrícolas como de tu mercado. En este articulo te presentamos tres puntos a considerar sobre las características de esta importante hortaliza.
Cualidades de mercado y variables físicas de la cebolla
Primero, es necesario señalar lo vital de que analices las características de tu mercado para saber si la cebolla que cultivas cubre tus necesidades de manera efectiva, y por lo tanto cuál te beneficiaría más en tus campos. La cualidad más evidente y valorada de una cebolla para su comercialización es el tamaño del bulbo. Las clasificaciones de tamaño según su diámetro en pulgadas son: Súper Colosal, de 4 a 4 ½ pulgadas; Colosal, de 3 ¾; Jumbo de 3 a 3 ¾; y Mediano 2 a 3 ¼ pulgadas.
En general, la industria de procesamiento requiere bulbos de tamaños Colosal y Súper Colosal, puesto que aseguran una mejor eficiencia al momento de trabajar con ellos; por ejemplo, si se producen aros de cebolla y se comienza con un bulbo de mayor tamaño, se aseguran aros grandes cuando se retiran las capas exteriores de la cebolla, aprovechándose el producto de la mejor manera. Por su parte, los bulbos de tamaño mediano y jumbo suelen cultivarse para su venta en fresco ―aunque también se siembran variedades más grandes para esta finalidad― que representa aproximadamente un 80% del mercado de la cebolla.
Las distintas formas de bulbo también tienen sus usos de comercialización específicos, siendo los más frecuentados para la siembra los que tienen forma de globo, pues se utilizan tanto para la industria de procesamiento como para el mercado en fresco. A pesar de que existen estas variables físicas al momento de llevar tu producto a la venta, tus cebollas pueden verse afectadas en cierta medida por tus prácticas de manejo en el campo, como la densidad de plantación o volumen de riego, por lo que debes tener cuidado durante el desarrollo de tus hortalizas.
Por último, además de la forma y tamaño del bulbo, es importante conocer qué nivel de precocidad necesitas que tengan tus cebollas durante la producción, pues esto influye en su manejo y cosecha. Por ejemplo, una madurez más corta, es decir plantas listas para cosecharse de 90 a 115 días, da la capacidad de secar el producto adecuadamente antes de su cosecha en regiones húmedas, mientras que las variedades de madurez más larga permiten un periodo de cosecha más prolongado, sobre todo en regiones cálidas y áridas. Si buscas una cebolla blanca que te permita cosechar antes y durante la temporada, te recomendamos nuestra variedad Seminis Sierra Blanca, para que puedas obtener los mejores precios en su comercialización.
Enfermedades más comunes en tu región o tierras de siembra
Pocas cosas hay más importantes al momento de manejar tus cultivos que tener en cuenta las posibles enfermedades causadas por virus, hongos o insectos que puedan amenazar el rendimiento de tus cosechas o causar la destrucción de tus plantas. Lo mismo ocurre con la siembra de cebollas: es bueno que analices si tus campos han sido afectados por patógenos con anterioridad, para que a partir de esta información puedas darte una idea de cuál variedad es mejor para prevenir estas amenazas, pues los riesgos de enfermedades no son iguales en todas las regiones agrícolas.
Por ejemplo, el Tizón tardío causado por el hongo Botrytis squamosa es una enfermedad considerada como perteneciente a climas fríos y húmedos. Tiene como síntoma principal la aparición de manchas blancas en las hojas de las cebollas, que conforme se van agravando provocan que los campos de cebollas tomen un color amarillento, marchito; estas manchas pueden presentarse incluso en las capas externas del bulbo.
Por otro lado, la enfermedad Raíz rosada se desarrolla más fácilmente en temperaturas cálidas, entre 24 y 28 °C, siendo su agente causal el hongo Phoma terrestres, que sobrevive varios años en el suelo o en restos del cultivo que queden en el campo. Como su nombre lo indica, el síntoma más grave que genera es la pudrición violenta que vuelve a las raíces de un tinte rosado, provocando la muerte de la planta conforme progresa la enfermedad. Si la cebolla llega a producir bulbos con esta condición, estos resultan de tamaños pequeños, no tan valiosos en el mercado.
Una enfermedad más que se da en climas de temperaturas altas es la marchitez provocada por el hongo Fusarium oxysporum. Este patógeno, que se esparce mejor a los 28 °C o más, provoca un marchitamiento rápido de las hojas, seguido por el decaimiento de la planta, que lleva a que su producción sea de bajo rendimiento o mala calidad.
Una vez que has analizado si tus tierras han presentado problemas con alguna enfermedad en el pasado, puedes entonces elegir una variedad que sea eficiente y segura en tu ciclo de siembra. Si deseas conocer una cebolla Seminis que te puede dar resistencias a Raíz rosada y Fusarium oxysporum al mismo tiempo que produce bulbos de alta calidad, SV4043NM es una gran opción.
Características ambientales de tu región agrícola
Lo primero a analizar en cuanto al medio ambiente y recursos naturales con los que cuentas es tu suelo y sus cualidades: la cebolla prefiere suelos sueltos, profundos y de consistencia media. Lo que debes prevenir en cuanto a la tierra es que esta no acumule exceso de humedad, pues puede agrietar los bulbos y causarle enfermedades, como hemos mencionado anteriormente.
La cantidad de horas que los campos reciben luz solar y la temperatura del medio ambiente son dos de las variables que más influyen en la formación de los bulbos en la planta, por lo que también debes tener esta información en mente al momento de incluir una variedad específica de cebolla en tu ciclo agrícola.
Aunque se trata más comúnmente de una planta de climas templados, se puede dar en distintas condiciones climáticas según el tipo de cebolla. Su desarrollo en distintas temperaturas tiene que ver con naturaleza en cuanto a la luz solar; se les llama variedades de día corto a las cebollas que requieren de 12 a 13 horas de luz solar diaria, de día intermedio a las que les es mejor entre 13 y 14 horas, y de día largo a las que necesitan 15 horas o más.
Esta característica también dicta la temporada idónea y la mejor variedad para la temperatura de tu región agrícola, por ejemplo, las cebollas de día corto pueden ser mejor aprovechadas en invierno, las de día intermedio en otoño y las de día largo tienen su máximo rendimiento en primavera. Si necesitas una cebolla que tenga buena productividad aun en zonas con altas temperaturas y largos períodos de luz, te recomendamos Cirrus, nuestra variedad blanca de maduración intermedia.
¡Gracias por leer una vez más nuestro blog Seminis semanal! Esperamos que esta información te sea de utilidad al tomar decisiones en tu trabajo y así puedas mejorar el rendimiento y calidad de tu cosecha.
Las recomendaciones en este artículo están basadas en información obtenida de las fuentes citadas y deberán ser usadas como una referencia rápida para información acerca de:
http://www.seminis-us.com/resources/agronomic-spotlights/selecting-onion-varieties/
http://www.infoagro.com/hortalizas/cebolla.htm
https:// www.hortalizas.com/cultivos/cebollas-ajo/blanca-nacional-y-fresca/
El contenido de este artículo no debe ser sustituido por la opinión profesional de un productor, cultivador, agrónomo, especialista en fitopatología, y profesiones similares relacionadas con este cultivo específico.
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